III Congreso Internacional
Historia a Debate
Santiago de Compostela, 14-18 de julio de
2004
11 de setiembre/ 11 de marzo |
MESA M 11 de Setiembre / 11 de Marzo Carlos Ortiz de Landázuri (Universidad de Navarra)
El
debate iniciado por Kart Popper y Niklas Luhmann acerca del papel
esencial desempeñado por los medios de comunicación, incluida la
televisión, en el modo actual de concebir la regulación del orden ecológico
y social, se ha vuelto a replantear en un nuevo escenario totalmente
inesperado con posterioridad al atentado terrorista de las Torres
Gemelas en Nueva York del 11 de Septiembre de 2001, o al más reciente
atentado de la Estación de Atocha en Madrid del 11 de Septiembre de
2004. Se comprueba a este respecto el impacto inmediato que estos
atentados han tenido en el modo como cinco tradiciones de pensamiento
han prolongado sus anteriores discrepancias iniciales acerca de la función
de los medios de comunicación en una sociedad democrática. La visualización
mediática del terror ha obligado a defender una posible limitación
del derecho a la libertad de expresión, al menos en el caso de la
televisión, como de hecho ocurrió en la crítica al historicismo formulada
por Popper, con anterioridad incluso a estos mismos atentados; o ha
obligado a cuestionar el ilimitado carácter armonizador atribuido al subsistema
mediático, como ocurrió en la interpretación funcionalista de la
historia de Niklas Luhmann; o a revisar los postulados antiglobalización
vigentes en el dialogo político intercultural, como ocurrió en la
interpretación discursiva de la historia por parte de Apel y Habermas;
o a� superar las anteriores
suspicacias antisistema frente a la llamada caja de
cristal, como ocurrió en la visión postestructuralista de la
historia del posmodernismo filosófico de Deleuze y Vattimo; o a vencer
las ocultas reservas ante el decisionismo atribuido a la
sociedad abierta, como ocurrió en el dualismo metodológico
de las nuevas visiones analíticas de la historia posteriores a
Wittgenstein, von Wright y Taylor. En la conclusión se comprueba como
en los cuatro casos la crisis provocada por el 11-S ha traído consigo
un reforzamiento de las convicciones democráticas de la sociedad
occidental, y una convergencia entre estas distintas tradiciones de
pensamiento, eliminando las posibles suspicacias que aún quedaban, a
partir de un punto de partida común: el reconocimiento de las
limitaciones inherentes al respectivo modelo de historia y sociedad, así
como a las posteriores realizaciones prácticas de estos mismos ideales
democráticos, sin que nada después de aquel día pueda seguir siendo
igual.
1.-
Popper y� las debilidades
del medio televisivo frente a la intolerancia terrorista.
2.-
Luhmann y el compromiso constitucionalista a favor del medio televisivo
y en contra del terror.
3.-
Apel y Habermas: El denuncia de las relaciones de dominio originadas por
el terror.
4.-
Deleuze, Vattimo: las ingenuidades de la caja de cristal frente al desafío
terrorista.
5.-
El nuevo dualismo analítico: la paradójica indefensión de la sociedad
abierta frente a sus enemigos.
6.-
Conclusión: ¿El mal uso de los medios puede condicionar la marcha de
la historia?
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