III Congreso Internacional
Historia a Debate
Santiago de Compostela, 14-18 de julio de
2004
Grupos, redes, movimientos historiográficos |
Mesa G. Grupos, redes, movimientos historiográficos Diego Téllez Alarcia (Universidad de La Rioja) Resumen Aunque el desarrollo de los weblogs es relativamente reciente, se observan ciertas tendencias evolutivas. Por una parte, siguen siendo diarios personales, pero, por otro lado, se han convertido en un excelente recurso informativo, ya que actúan como fuente complementaria a las listas de distribución, los grupos de noticias, los chat, los directorios y buscadores e, incluso, a las revistas profesionales. Esto es así porque son un excelente vehículo de comunicación, al permitir que se difundan experiencias e impresiones y que las mismas puedan ser completadas o debatidas por personas interesadas. Pero, por otra parte, la información que ofrecen los weblogs siempre es actual y trata de aspectos relacionados con la información accesible en Internet. Comunicación e información son, pues, las dos claves que están haciendo que el número de blogs crezca de manera muy rápida y que su uso sea cada vez mayor entre los profesionales de la información. Sin embargo el propósito de este trabajo trasciende la mera enumeración de las capacidades técnicas de la herramienta. Se pretende reflexionar sobre las posibilidades que los weblosg, y más concretamente el desarrollado por la Asociación Mundos Modernos -Portal Mundos Modernos, el primer weblog dedicado en exclusiva a la Historia Moderna creado en internet-, tiene para romper con el aislamiento y la cerrazón ideológica del gremio de historiadores. Se examinarán virtudes como su capacidad para procesar instantáneamente todo tipo de información, la interactividad permanente que desarrolla entre todos los miembros de la comunidad, más allá de grupos, redes o movimientos historiográficos, englobándolos potencialmente en un mismo espacio virtual, democratizando, hasta cierto punto, la ciencia histórica que hasta ahora ha sido secuestrada en demasiadas ocasiones por los intereses particulares, siendo hurtado el debate. Pero también se plantearán algunas inquietudes, como la necesidad de implantar en el sistema educativo el espacio adecuado que prepare a los historiadores, tanto consagrados como aprendices, para el empleo y óptimo aprovechamiento de la informática que evite "ciberanalfabetos" o las limitaciones que el uso de las nuevas tecnologías puedan tener en la labor del historiador.
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