Imprimir
III Congreso Internacional Historia a Debate Santiago de Compostela

III Congreso Internacional Historia a Debate
Santiago de Compostela, 14-18 de julio de 2004


Historia mundial como historia global�


Tema III.2. Historia mundial como historia global

AL IMPERIO a través de la ideología.
LA ROMA REPUBLICANA COMO PRIMER REFERENTE HISTÓRICO DE LA IDEA DE GLOBALIZACIÓN

Juan Carlos Domínguez Pérez

Doctor en Historia

Miembro del Grupo de Investigación P.A.I. HUM-440 de la Junta de Andalucía

Llama la atención, aun a sabiendas de la frecuente manipulación historiográfica y del sometimiento de nuestra interpretación histórica a los modelos liberales afines al nacionalismo del XIX reverdecidos por el imperialismo posmoderno, la existencia de claros referentes históricos con los que analizar el modelo actual de globalización.

Probablemente el referente más antiguo sea el de la Roma Republicana de los siglos III al I AC, que reúne en sí mismo una parte esencial de los fundamentos sobre los que se levanta de manera tan maquiavélica como simple el actual edificio imperialista norteamericano. Creemos que en este sentido su análisis comparado nos puede hacer ver algunas consideraciones históricas que sólo resultan palpables y denunciables bajo la orientación interdisciplinar de técnicas tradicionales (literarias, arqueológicas, epigráficas, numismáticas) y otras innovadoras (arqueometría, arqueología subacuática, historiografía crítica,...) que ya nos ofrecen concreciones de un modelo económico ocultado de manera intencional desde la propia Roma Antigua bajo superestructuras ideológicas nada evidentes, que portan en sí mismas las propia identidad de un régimen similar en muchas condiciones genéricas al que progresivamente y si no lo remediamos nos vemos abocados.

Entre estas concreciones resultan muy llamativos los siguientes aspectos:

? la conceptualización del sistema como "republicano" conlleva la oculta intención de negar su vocación imperial, manifiesta por otra parte en sus actuaciones de estado, tanto en su orientación exterior como en los principios de organización� e instrumentalización de los propios colectivos ciudadanos;

? paralelamente se visualiza un presunto estado patricio-plebeyo de corte integrador, representación mixta y carácter consensuado que no se corresponde en absoluto con el resultado social de la política de estado, claramente desigual y orientada a la satisfacción de los intereses materiales gestionados desde este estado por las clases privilegiadas patricias y los comerciantes plebeyos, intereses representados claramente en el origen de la mayoría de los conflictos sociales, económicos y militares históricamente registrados;

? la forma política presuntamente parlamentaria oculta una predeterminación básica del sistema tendente a la manipulación inicial, aunque definitiva, de los objetivos de estado: cuanto más presume el sistema de sus formas de diálogo, más se aleja en la práctica de estos principios básicos;

? se crean las condiciones de producción y distribución básicas para un desarrollo económico imperial "globalizado" introduciendo desde el Estado técnicas esclavistas desprovistas aún de "etiquetas" conceptuales identificativas en el discurso social contemporáneo;

? se instituye la guerra oficial, el pillaje institucionalizado como formas económicas elaboradas desde lo público a lo privado;

? también se esfuerza el Estado en cuestión en hacer constancia del respeto pleno al ius gentium y a los tratados libremente firmados, como plasmaciones de la época del derecho internacional más civilizado, mientras que se justifica la presencia en conflictos de interés material siempre a través del cumplimiento de ideales elevados (caso de Sagunto como conflicto desencadenante de la Segunda Guerra Púnica);

? se legisla legal o moralmente de manera obsesiva contra el lujo, la opulencia y la ostentación (Lex Metilia de fullonibus, Lex Oppia, Lex Orchia,...), la avaricia e, incluso, la lujuria y la lascivia (Leges Poetelia-Papiriae, Decreto De Bachanalibus); se sataniza a los contrarios como Aníbal, Filipo, Pirro o la propia Cartago; se asimila y une a la causa a los intelectuales con una explícita capacidad para crear corrientes de opinión como Polibio, Posidonio o Panecio;

? a través de la labor de estos intelectuales ganados para la causa se reelabora maliciosamente el pasado, se falsifica la historia oficial, pero también la particular manipulando las genealogías, la presencia o ausencia en determinados actos, las responsabilidades y explicaciones de estos actos;

? se defiende de manera inexplícita como garantía de involución política y social el retorno al pasado como horizonte teórico recreado ideológicamente sobre la necesidad del sistema de crear una imagen ilusoria claramente contrarrevolucionaria;

�? y, finalmente, se cierra el ciclo (en todos los sentidos) globalizador� cuando, en clara connivencia con los grandes ideales "republicanos" previamente citados, se justifica la guerra como garantía de la propiedad y forma de justicia social sabiamente manejada por una élite de políticos cualificados ("La guerra preserva las posesiones de los hombres y gana las de otros, mientras que la paz destruye no sólo lo que ha sido conseguido por la guerra, sino también por ella misma": discurso de Léntulo al Senado romano en el 218 AC, días antes de declarar la guerra a Cartago).












Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad