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Tema 10

Tema 10

Rafael Valls Mont�s

Universidad de Valencia.

Conciencia hist�rica y ense�anza de la historia (en la educaci�n obligatoria).

Si establecemos un orden de prioridades cuantitativas a la hora de abordar la cuesti�n planteada, es obvio que nuestras preocupaciones deben de dirigirse a la ense�anza obligatoria, en la que est� incluida la ense�anza de la historia. En segundo lugar habr�a que ubicar la ense�anza reglada, pero no obligatoria de la historia (bachillerato y universidad). En tercer lugar, todas aquellas instancias no reguladas, pero de importante presencia p�blica, en la que est� presente o se posibilite cierto uso o consumo de la conciencia hist�rica. Esta diversidad de escenarios p�blicos de la historia requieren un riguroso an�lisis de las diferentes aportaciones socio-culturales de la ense�anza de la historia y requieren tambi�n una definici�n, lo m�s precisa posible, de las funciones y finalidades que �sta puede y debe de asumir m�s all� de su ambito acad�mico y escolar.

El proposito de esta ponencia es profundizar en esta reflexi�n educativa, profundamente socio-cultural, mostrando los l�mites de una comprensi�n excesivamente "pasatista" de la historia y la defensa, en contraposici�n, de una constitutiva dimensi�n temporal de la misma radicada en el presente y sus problemas, aunque, obviamente, abierta al pasado y al futuro. Con este fin se hace una breve exposici�n y an�lisis de los actuales debates, tanto en Espa�a como en los paises de nuestro entorno occidental, respecto de la orientaci�n general de los contenidos de la ense�anza de la historia, dados por las distintas administraciones p�blicas, y de las dificultades de su recepci�n y aceptaci�n por parte de un considerable n�mero de los docentes de historia (a este prop�sito ser� muy importante disponer de los resultados de la encuesta internacional "El estado de la historia", que podr�n ser complementados con los datos europeos ya disponibles respecto del profesorado de educaci�n primaria y secundaria).

Esta aportaci�n parte de un imprescindible an�lisis de la configuraci�n de la historia como disciplina escolar, as� como de las caracter�sticas m�s descollantes de la misma (su c�digo disciplinar), de las funciones que la han caracterizado y de las que han ido configurando profesionalmente a sus docentes. Con ello se pretende un an�lisis del presente, coherentemente fundamentado en su dimensi�n hist�rica, que es el �nico que puede mostrarnos de manera fehaciente los caminos de una posible nueva orientaci�n de la ense�anza de la historia m�s adecuada a las nuevas circunstancias y a las necesidades y demandas socio-culturales de las nuevas sociedades.

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