[Nota del editor: Desde el inicio de este debate se ha
manifestado repetidamente la importancia de dar a conocer la
literalidad de los textos oficiales antes de su crítica.
Decidimos por tanto publicar integramente el manifiesto sobre la
historia y las humanidades proclamado el 10 de julio de 2000, en
el monasterio del San Millán de la Cogolla por 800
parlamentarios del Partido Popular, actualmente en el gobierno.
C. B.]
Declaración de San Millán de la Cogolla
Ahora que traspasamos el umbral de un modelo de sociedad sin
precedentes en la historia, la "Sociedad del
Conocimiento", los parlamentarios del Partido Popular
consideramos que el sistema educativo español ha de ser mejor
que el que hemos heredado.
En España, desde el inicio de la democracia, nuestra realidad
educativa se ha transformado sustancialmente. La extensión de la
escolarización universal hasta los 16 años y el amplio acceso a
los estudios superiores son progresos fundamentales para la
modernización y la igualdad de oportunidades en nuestra
sociedad.
Nuestro actual sistema educativo presenta, sin embargo, una serie
de desajustes y deficiencias cuya solución pretendemos abordar
mediante un firme compromiso con la mejora de su calidad.
La libertad, la equidad, la flexibilidad y la corresponsabilidad
serán las líneas maestras que guiarán nuestra actuación, con
la finalidad de proporcionar los conocimientos y valores que den
la capacidad a los jóvenes a aprender y, en consecuencia, a
dirigir su vida como personas libres con responsabilidad.
Queremos subrayar la decisiva importancia de las Humanidades para
la formación integral de los ciudadanos, a fin de asegurar el
conocimiento de los valores universales y las ideas que cimentan
la sociedad occidental, y la comprensión de la compleja realidad
en que vivimos.
El debate sobre la enseñanza de las Humanidades ha de centrarse
en la necesidad de reforzar la presencia en nuestra educación básica,
y especialmente en la educación secundaria, de aquellas materias
que permitan ensanchar y enriquecer la visión de nuestro mundo,
comunicarse, conocer el pasado común, así como las realidades
científica y tecnológica.
Así, creemos necesario asegurar a los alumnos el dominio oral y
escrito de la lengua castellana y, en su caso, de la lengua
oficial propia de la Comunidad Autónoma, así como un suficiente
conocimiento de la literatura de las lenguas españolas y de la
literatura universal; familiarizar a nuestros estudiantes en el
uso de bibliotecas y otras fuentes de información, con la
utilización de las nuevas tecnologías; reforzar el estudio de
la historia, con respeto a los hechos históricos mismos y con la
necesaria dimensión cronológica, que ha de incluir el estudio
del pasado común de España y abrirse a una visión universal;
dar a conocer la realidad plural de España y de Europa, y
facilitar el estudio de sus lenguas; potenciar la enseñanza de
la filosofía sin prescindir del enfoque histórico; asegurar la
presencia efectiva de la cultura clásica, así como del latín y
del griego en el Bachillerato; promover la enseñanza de la
historia del arte, de la formación musical y de la danza;
mejorar las enseñanzas de contenido científico y tecnológico.
Todo ello con un decidido apoyo al profesorado y a su dignidad
profesional.
Las reformas necesarias para alcanzar estos objetivos deberán
inspirarse en los valores del universalismo, del sentido crítico,
de la libertad, así como en el acervo común y en los vínculos
con los demás pueblos de Europa. Todo ello ha de realizarse con
la firme voluntad de mantener la vertebración de nuestro sistema
educativo, a través del desarrollo de la normativa básica y de
la cooperación de la Administración General del Estado y de las
Administraciones Educativas de las Comunidades Autónomas.
Estamos convencidos de que estos fines y objetivos responden a
demandas ampliamente sentidas por la sociedad española y el
mundo educativo, y que son compartidos por otras formaciones políticas.
Queremos expresar que consideramos un buen punto de partida para
las reformas que hemos de emprender el "Dictamen sobre la
enseñanza de las Humanidades en la Educación Secundaria"
de junio de 1998, por encargo de la Conferencia Sectorial de
Educación.
El diálogo, la colaboración y la búsqueda de acuerdo, no
exento del sentido de responsabilidad política, serán elementos
básicos de nuestro apoyo a una mayor presencia de las
Humanidades en el sistema educativo español.
En virtud de estas consideraciones, los parlamentarios del
Partido Popular nos comprometemos a llevar a cabo, en las
Asambleas Parlamentarias de las que formamos parte, iniciativas
orientadas a la mejor consecución de los objetivos expuestos.
En particular, acordamos promover, en el próximo periodo de
sesiones, mociones, en los términos parlamentarios que procedan,
que responderán al espíritu y contenido de la presente
Declaración.