Carlos Gabetta, Director de Le Monde
Diplomatique, protagonista de una fuerte polémica
CARLOS GABETTA MONTÓ UN POSGRADO QUE NO FUE TAL Y DESAPARECIÓ SIN
DAR EXPLICACIONES.
En el año 2004 se lanzó el “Diploma de Estudios Avanzados en
Periodismo y Comunicación”, el cual se lo postulaba como “Programa
Especial de Posgrado en 2 Cuatrimestres”. El mismo fue creado,
promocionado y ¿BRINDADO? conjuntamente por Capital Intelectual
(empresa editora de Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur –cuyo
director es Carlos G! abetta-) y el IDAES (Instituto de Altos
Estudios Sociales), institución de estudios terciarios relacionada
con la Universidad de San Martín; el IDAES estaba dirigido en esa
época por el actual secretario de Cultura de la Nación, José Nun.
Por su parte, el director de este Diploma era Carlos Gabetta , la
coordinadora de la cursada, Cecilia Rodríguez y el secretario
académico de IDAES, Abel González.
La publicidad de este “Programa Especial de Posgrado” fue
ampliamente difundida en la prensa gráfica,! la radio (incluida
promociones de Gabetta disfrazadas de entrevistas, por ejemplo, la
que se realizó en el programa “Mirá lo que te digo” de Radio Mitre),
carteleras en distintas casas de estudios, así como también por Le
Monde Diplomatique, Edición Cono Sur.
Se anunciaba que este Programa combinaba “cursos especializados
obligatorios y materias de formación general, con un plantel docente
de excepción”, el cual incluía a importantes figuras del quehacer
periodístico nacional como Luis Bilbao, Raúl Timerman, Adolfo
Castelo, Nelson Castro, Rogelio García Lupo, Luis Gruss, Martín
Granovsky, Jorge Halperín, entre otros, y a destacados académicos,
como Daniel Azpiazu, Eduardo Basualdo, José Nun, Oscar Oszlak o
Susana Torrado.
Para acceder a la cursada, se debía abonar $ 200 junto con la
solicitud de inscripción, más 11 cuotas mensuales de $200. Se
ofrecían becas para los casos que así lo acreditaran.
Desde el comienzo aparecieron las desprolijidades: la cursada no
comenzó el 19 de abril, como se había anunciado, sino el 23 de abril
de 2004. Hubo cerca de 50 inscriptos. Se estipuló que este “Programa
Especial de Posgrado” constaría con dos cuatrimestres, equivaliendo
a 42 clases durante el año, en donde d! os tercios serían materias
dedicadas específicamente a periodismo y comunicación y el tercio
restante, a materias complementarias (relacionadas con el arte, la
cultura, la economía, la historia, entre otras disciplinas) que el
alumno debería optar entre la oferta de los distintos cursos y
posgrados que ofrecía en ese momento el IDEAS (no de materias
diseñadas específicamente para el Diploma de Periodismo y
Comunicación).
La realidad era otra
No hubo de transcurrir mucho tiempo para que el Diploma de Estudios
Avanzados en Periodismo y Comunicación empezara a mostrar falencias.
En primer lugar, las pretendidas “materias dedicadas específicamente
a periodismo y comunicación” jamás aparecieron: éstas y el “cuerpo
docente de excepción” se ciñeron a simples visitas de algunos de los
periodistas anunciados (Nelson Castro, Mónica Gutiérrez, Martín
Granovsky, Daniel Muchnik, Diego Bonadeo y no muchos más), visitas
que consistían en charlas de una hora y media de duración, que poco
tenían de clases “académicas” brindadas por “docentes”: simples
disquisiciones sobre la experiencia en el medio del personaje en
cuestión, anécdotas, historias de vida. En una palabra: encuentros
más cercanos a amenas charlas de café que a clases de un instituto
académico.
Por otro lado, el cronograma de la cursada nunca se cumplió: se
cambiaban “clases” (remarcando comillas) o directamente se las
levantaba (con nulas recuperaciones en, al menos, dos casos a lo
largo del año). La improvisación era la regla. Los programas de las
“materias” brillaban por su ausencia (salvo un honroso par de casos:
Luis Gruss y Marta Vasallo). En definitiva: salvo algunas páginas
impresas y dadas a conocer esporádicamente, jamás hubo un verdadero
programa académico, un serio hilo conductor y estructurante. No hubo
ninguna clase práctica. Mientras tanto, mes a mes empezaron a darse
numerosas deserciones entre los alumnos de este “Programa de
posgrado” (por supuesto, los $200 debían ser abonados puntualmente).
Promediado el año, los alumnos le hicieron saber al director del
Programa, Carlos Gabetta, la disconformidad con la cursada, quien se
comprometió a analizarlas y corregir las falencias para el segundo
semestre.
Pero durante el segundo cuatrimestre las falencias no sólo que no se
habían subsanado sino que se habían agravado. Lo único que daba
cierto aire académico al paso de los estudiantes de este Programa en
Periodismo y Comunicación era la cursada de las materias
complementarias (las cuales, recordemos, debían elegirse entre la
oferta académica del IDAES de maestrías como Sociología Cultural,
Cien! cia Política, Antrpología Social, entre otras).
Por su parte, Gabetta había dado al segundo cuatrimestre el carácter
de eminentemente práctico. Pero la única “práctica” que tuvieron los
alumnos fue una clase de una hora editando junto a él una nota de
uno de los estudiantes. Por su parte, el “módulo radio” consistió en
una charla aislada de Julieta Dosel (productora de Radio Mitre) y
Lorena Maciel (Radio Mitre, América 2) más tres clases de muy bajo
nivel teórico a cargo de Daniel Santuchita; ninguna de estas clases
se realizó en una isla de radio o en un ambiente apto para el
ejercicio práctico de la radiodifusión.
La sangría de deserciones continuaba.
Así, se llega a fin del año con una docena de alumnos (después de un
comienzo de casi medio centenar), los cuales manifiestan
abiertamente a Gabetta (en la última clase) la total disconformidad
con la cursada del “Programa especial de posgrado”, exigiéndole
explicaciones satisfactorios. El director atina a realizar promesas
(manifiesta haber comenzado gestiones ante la CONEAU (Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) para inscribir
el Diploma como Maestría, a la cual tendrían acceso en forma
gratuita los disgustados alumnos); promete también una respuesta
formal. La misma se reduce a un e-mail colectivo enviado el día de
navid! ad de 2004, en el que hablaba de continuar el diálogo y
agradecía la “franqueza” de los firmantes. A su vez, promete una
reunión con José Nun (ya secretario de Cultura de la Nación, para
ese entonces) hacia marzo de 2005, y una respuesta. Jamás sucedió
tal cosa.
En julio 2005, ante un e-mail elevado al programa “Esto que Pasa”,
de Radio Nacional, Gabetta respondió en forma personal a su
conductor, José Eliaschev, con un mensaje en el cual se limita a
increpar a los alumnos reclamantes por querer “simplemente entrar a
una profesión prestigiosa y nada más” (incluso recuerda el carácter
de becarios de algunos de los alumnos como motivo para tener poco
derecho al reclamo, lo que luego el propio Gabetta corrige en otro
mensaje a Eliaschev aceptando el derecho al reclamo).
Cabe agregar que, en algunos casos, los alumnos vinieron
especialmente de provincias lejanas, como Tucumán, a establecerse en
la Capital para realizar este Programa; o de La Plata; o gente de
muy humilde procedencia -generalmente, perteneciente a medios
independientes- que pagó esta cursada (confiada en la calidad de la
misma) liquidando ahorros o esfuerzo en empleos de alto esfuerzo y
poca paga.
El “posgrado” era falso
Lo concreto es que este autopostulado “programa de posgrado” jamás
fue tal; es más, por las características de la cursada, fue un pre-grado,
un curso sin validez oficial, al igual que lo son todos los
postítulos, diplomaturas y similares, los cuales pueden ser creados
—inventados— por cualquier institución académica, puesto que la ley
confía en el buen criterio de la institución... —este es un
importante tema de la Educación Superior que requiere un serio
análisis—; no necesitan ser autorizados por la CONEAU. No sucede lo
mismo con los posgrados —al menos, en teoría…—, los cuales sí deben
ser autorizados por esta Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria.
Según la Resolución Nº 1168/97 del Ministerio de Educación sobre
Educación Superior, este diploma es solamente un curso que de
ninguna manera se acerca a un posgrado. De esta manera, vemos que se
realizó publicidad engañosa y falaz (recordar los avisos publicados
en los medios para publicitar este curso -publicidad que equivale a
un contrato público-) Demás está decir que la supuesta inscripción
de esta diplomatura como Maestría en la CONEAU jamás existió (según
nota de la CONEAU Nº 697 de julio de 2005).
La falt! a de validez del Diploma en Periodismo y Comunicación de
Gabetta fue ratificado por el actual director del IDAES, Alejandro
Grimson, quien ofreció a los alumnos, a modo de reparación, un
certificado de alguna cursada del IDAES que sí reviste valor de
posgrado (alguna Maestría, por ejemplo). Tan grave fue la falta que
constituyó este invento del señor Gabetta que el mismo director del
IDAES reconoció que si los alumnos deseaban iniciar acciones
legales, lo hicieran. Por otra parte, no está demás decir que en el
IDAES no es la primera vez que sucede algo como esto: hay denuncias
contra ellos en el Ministerio de Educación por hechos similares.
Por un lado, ya se ! manifestó que los “diplomas” —pre-grados— no
necesitan autorización de la CONEAU. Por otro lado, en el Ministerio
de Educación jamás hallaron la resolución susodicha; otra resolución
“dibujada”. El IDAES sigue engañando impunemente al alumnado
incauto.
En definitiva, alumnos que confiaron en la trayectoria y el buen
nombre de personas como Carlos Gabetta, y el prestigio de una
institución como el IDAES vieron defraudada su ambición de obtener
una educación de calidad. Sólo consiguieron engaño, abuso de
confianza y pérdida de tiempo y dinero.
Lic. Rubén Kotler – DNI 24.200.202 –
Lic. Roque González – DNI 21.832.114 –
Lic. Mariano Roca – DNI 26.965.514 –
Itatí Canido – DNI 23.903.059 –
Rubén Kotler - Tucumán
BLOG:
http://rubenko.blogspot.com/
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