El debate did�ctico contempor�neo est� cada d�a m�s atento a las cuestiones espec�ficamente disciplinares generando inevitablemente un acercamiento a las comunidades productoras de los conocimientos que han de constituir sus contenidos de ense�anza. Esta renovaci�n did�ctica implica un nuevo relacionamiento investigaci�n-ense�anza.
En este sentido es que existen propuestas que intentan identificar la Historia ense�ada con la de los historiadores, superando una tradici�n que ha creado un hiato entre el conocimiento que se ense�a a ni�os y j�venes, y el que producen los historiadores. Fuertemente respaldadas por consideraciones �ticas y profesionales, estas propuestas no encuentran trabas significativas desde las posibilidades de aprendizaje. Sus dificultades mayores est�n por un lado en avanzar en el terreno de propuestas de aula exigentes y rigurosas para profesores y alumnos, y por otro lado en sintonizar con pol�ticas educativas que apuntan mucho m�s a la superficialidad que a la presencia de conocimientos como forma de conjurar el fantasma del fracaso escolar.
Este trabajo presenta -en forma m�s que breve- como ejes de una Did�ctica de la Historia interesada en la dimensi�n historiogr�fica del conocimiento hist�rico, una instancia de reconstrucci�n l�gica (que recupera las dimensiones causal y conceptual del conocimiento hist�rico), y luego una de reconstrucci�n metodol�gica, en la cual la resoluci�n de problemas constituye la actividad espec�fica m�s apropiada, en la medida que permite retransitar los caminos que llevan hacia las conclusiones de los historiadores desde teor�as, ideolog�as, documentos y contextos hist�ricos.
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