Mesa K
Boris Berenzon
El Colegio de San Luis, A.C.
Las penas de la veracidad historiograf�a
Ficci�n es una palabra peligrosa, al igual que su correlativa ciencia porque ambas proponen imaginarios de verdad que se sostienen en los andamios de la mitolog�a.
La historiograf�a conservadora lucha contra la ficci�n. Esta guerra intestina entre la historia y los cuentos se remonta a muy lejos. Es una disputa familiar que, de entrada, fija posiciones. Pero gracias a esta lucha contra la fabulaci�n geneal�gica, contra los mitos y las leyendas de la memoria colectiva o contra las versiones derivadas de la circulaci�n oral y la literatura; ha surgido la metahistoria
derivada del metarelato
que nos lleva a entrelazar y confrontar los discursos humanos huyendo del ojo vouyerista de la verdad.
Desde esta visi�n se articula un entrejido conceptual que sostienen.el texto y contexto de nuevos trabajos historiograficos. As� se plantea una historiograf�a que crea una distancia de respeto al decir y al creer comunes, y se aloja precisamente en esa diferencia que la acredita como erudita, distingui�ndola de las reconstrucciones marm�reas forzadas y ahist�ricas de los literatos que nos anteceden y hasta de los que nos rodean y es que evidente es m�s f�cil sacarle lustre a la estatua que tomarse una cerveza imaginaria con el sujeto estudiado y reconstruir con los elementos, las fuentes y la imaginacion al ser del mismo y de su obra.
pero cuidado que no se diga "la verdad", �O acaso historiador alguno ha tenido semejante pretensi�n?...Todos.
Con la cr�tica de los documentos, el erudito le quita error al an�lisis literario. El terreno que se gana a costa de ello lo adquiere diagnosticando la totalidad de la obra de su autor m�s que meramente las aportaciones subordinadas a la elecci�n de cierta estil�stica. A mi juicio esta es la trascendental b�squeda de estas historias desacralizar, excavar en el lenguaje recibido en el lugar que otorga a su disciplina. como si instalado en medio de las narraciones estatificadas y combinadas de una sociedad, por cierto r�gida todo lo que de ella se cuenta o se cont�, se esforzar� por concebir lo falso y lo verdadero para construir los mundos j�nicos de Cl�o, o como si no produjera verdad m�s que consignando el error.
Desde este punto de vista la ficci�n dentro de una cultura es lo que la historiograf�a contempor�nea, revive abriendo as� las posibilidades de estudiar y abonar desde la transdisplinariedad el terreno de la literatura, y es aqu� cuando el eco de Edmundo O�Gorman. revive record�ndonos que la virtud mas deseable del historiador es la imaginaci�n
Ver Hayden White. The historical Immagination in Nineteenth-Century Europe. Baltimore y Londres: The Johns Hopkins University 1973.
Ver Walter Mignolo "El metatexto historiogr�fico y la historiograf�a indiana" en Modern Languaje Notes 96, pp.358-402, 1981.
Edmundo O�Gorman "Teor�a del deslinde y deslinde de la teor�a", en Filosof�a y Letras, IX 17,pp.21-36 UNAM 1945.
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