«La mirada del otro»

A que me refiero cuando hablo del otro, simplemente a los aborígenes que habitaron las Américas.

El 89 % de la población americana es extranjera, y como todos sabemos esto se debió a las grandes matanzas de aborígenes en toda la extensión de América.

El otro, según nos cuentan varios relatos de Jefes aborígenes, a la llegada del extranjero, lo tomó como el arribo de Dioses, a los que le ofrecieron todo el oro que poseían como sentido de ofrenda, por otra parte los conquistadores aprovecharon esta suerte de confusión que tenían los aborígenes para ganar la confianza del mismo para luego adentrarse en las aldeas y tomar y llevarse todo el oro.

Creo que el otro fue parte de un gran engaño, producto de su asombro y desconocimiento primeramente, hasta llegar a ser sometidos por la fuerza y hasta el punto de su desaparición total.

Nosotros a los que nos gusta el pasado, tenemos que contar las cosas tal cual fueron para así de esta manera comencemos a darle mas importancia al otro.

Creo que este tema de los aborígenes americanos puede generar un gran debate, espero la reflexión de todos.

Franco Luciano Parlatto.

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Estimado Franco:
Desde luego el tema indígena de América, da mucho de que hablar. Aborígen, es el originario de algún lugar, así que no es conveniente confundir al indio con el aborígen.

¿De donde sacó el dato de que el 89% de la población americana es extranjera; salvo que se refiera a la población estadounidense. En mi país ese porcentaje no es verdadero. Ni tampoco se dieron matanzas bestiales de «aborígenes», que exterminaran a la población indigena de México. El más alto porcentaje de la población mexicana es mestiza, producto de la fusión india y española. Los españoles y los indios puros se han ido extinguiendo por fusión y no por destrucción, pero aún ahora, no es nada raro ver indios puros en las ciudades y mucho menos raro verlos en el campo.

Ciertamente la llegada de los españoles desde Colón, debe haber sido, como si ahora llegasen los marcianos.

Justa o injustamente (tema de otro debate)se podían llevar el oro que les diera la gana, pues era suyo por derecho de conquista. ¿Cabría preguntar por qué las minas de muchos países de Iberoamérica decayeron después de las independencias? Pues ahora, que los españoles ya no se «llevan» el oro, éste nos debía salir hasta por las orejas.

Creo que lo que debe quitarse de la mente de muchos, es considerar al indio como un sujeto «capitis diminutio», o retrasado mental, y dejarlo de compadecer por escrito, dándole real apoyo.

Reflexiono y debato.

Saludos.

Juan Antonio Ordóñez González.
Ordóñez y asociados, S.C.
México, D.F.

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El tema de los aborígenes o indígenas, tiene una gran vigencia en la actualidad. Pues, existen grandes pólemicas al respecto. Por ejemplo, una de ellas es, cúal debe ser la actitud de los gobiernos ante las exigencias de las comunidades indígenas americanas en cuanto a territorios y recursos naturales que forman parte de un Estado-nación desde hace más de dos siglos.

Ma. del Socorro Rojo Anaya [9/6/10]
Universidad Autónoma de Querétaro

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El término de aborigen a lo largo de la historia ha sido una denominación bastante cuestionado, pero no obstante nos sirve para debatir acerca de un grupo social, que en los últimos tiempos en América ha alcanzado un protagonismo como sujeto histórico. Estoy pensando, en los sucesos de Chiapas, en México, la situación de os Mapuches, en Chile y la no menos polémica realiad de los índigenenas, en Bolivia, Brasil y Perú.

Ahora, bien. Me gustaría reflexionar acerca del tema teniendo en cuenta varios elementos. En primer lugar, la obra del fallecido periodista polaco,Ryzard Kapuscinski «Encuentro con el Otro». En segundo lugar, una pregunta, ¿En qué medida la enseñanza de la historia tiene en cuenta en los textos escolares estos grupos sociales, llámese grupos étnicos, aborígenes, pueblos antiguos e indigenenas? Y por último, hasta qué punto algunas de las revindicaciones de estos grupos sociales en algunos casos se alejan de la realidad histórica actual.

Miguel David Herrera Lage [9/6/10]
Universidad de Santiago de Compostela

Aborígenes canarios
En este polémico apartado del debate histórico, al igual que para otras culturas universales,se pretenden crear cánones fijos para determinar aspectos antropológicos y (en este caso) la vestimenta que usaban nuestros antepasados; para así caer en el conocido tópico de afirmar, referiado a estas Islas Atlánticas que sólo usaban los llamados tamarcos de cuero, más o menos pulido, de ovejas o cabras, como prenda más habitual.

Aquí en Tenerife,Canarias-Spain, si nos acercamos la localidad de Candelaria y a la Plaza de la Patrona del Archipiélago, nos encontramos con diferentes representaciones de la «nobleza» aborigen, en magníficas estructuras esculturales en bronce, obra del gran artista en el género Pepe Abad, personaje de renombrado prestigio pero con poca historia en su haber, puesto que aquellos ancestros no eran tan perfectos ni tan musculosos, salvo que el artista se inspirara en Praxíteles o Miguel Angel.

Pero, al igual que otra magnífica escultura de Tinguaro, sito en la Avda. de los Menceyes junto al Museo de las Ciencias, o el del Lance en Icod el Alto, ésta sin vestido alguno, entre otras representaciones insulares, todos ellos aparecen con una vestimenta muy primitiva: los citados tamarcos, apreciándose cueros curtidos de cabra, lana o de otros, en jirones, y con un aspecto poco presentable como si se nos hiciera entender o un salvajismo extremo o un particular bucolismo como parodia del «buen salvaje», difícil de entener en estas islas de escala y aprovisionamiento obligado desde siempre y, por tanto, muy frecuentadas por portadores de variadas culturas, citando, preferentemente, la mediterránea desde antes de la Era Cristiana o la berébere próxima, presente antes o después del Islamismo, entre otras.

Por todo ello hemos de acudir a la Historia, al entorno y a su relación con las poblaciones aborígenes, así como al paralelismo cultural o de coincidencia con los pueblos con los que mantenían contactos frecuentes. Así lo fue con Juba de Mauritania (siglo I AC), más tarde genoveses, mallorquines, bretones o castellanos, con quienes están probados los intercambios comerciales hasta fines del siglo XV.

En cuanto al entorno cultural, sabemos de notables imperios en las próximas costas de Africa, Niger, Ghana, que frecuentarían estas islas muy abundantes en aguas y recursos.

Igualmente lo harían los marineros, comerciantes o pescadores de zonas del Oeste Ibérico (tartesos), Bretaña, Inglaterra y países del Báltico (los famosos vikingos) entre otros sin descartar los navíos comerciales de la Hansa germánica, pueblos que desde épocas en torno a la caída del imperio romano por invasiones nórdicas, visitarían estas islas en virtud de diferentes motivaciones: tempestades, aventuras, pesca, comercio, búsqueda de nuevas tierras de asiento, huidas por enfrentamientos tribales, persecuciones religiosas, culturales, étnicas, por expediciones de monjes, captura de esclavos y de otro tipo, que alcanzarían estas islas, donde «por las buenas o por las malas», decidirían su ocupación parcial en principio independizados de los nativos aunque bajo la constante presión de los mismos (no olvidar que la prehistoria en esta zona es paralela a la muy avanzada historia de culturas próximas)

En esta relación más o menos cordial, los aborígenes adoptarían la superior cultura de los visitantes, entre ellas la vestimenta por razones obvias. Por tanto es absurdo vestir, por sistema, a los guanches prehispánicos de esa guisa tan poco presentable, cuando lo cierto es que, insistimos, por compra, sustracción, hallazgo, conquista u otros motivos, adoptarían, al menos, las ropas que usaban aquellos de cultura, considerada en principio, superior. Esto es lo normal y de sentido común. Lo otro es ganas de menoscabar la capacidad de un pueblo que combatió durante siglos, no sólo a los normandos o castellanos por cien años, sino a aquellos otros pueblos con los que intercambió dicha cultura, el comercio y cualquier otra relación social del momento desde mucho antes; ¿por qué los romanos en su constante expansión imperial por 7-8 siglos colocaron «un limes» frente a Canarias. ¿Tal vez por temor? Las islas sí estaban dotadas variado tipo de recursos..

MIGUEL LEAL CRUZ
ASOCIADO PROGRAM. INVESTIGACIÓN ULL-LA LAGUNA