La conferencia de Carlos Barros en la XXIX Semana de Estudios Medievales, «La violencia en la sociedad medieval», organizada por Amigos de la Historia Najerillense (Nájera, La Rioja, 24 de julio de 2018), vimos una pequeña referencia al principio de la intervención con respecto al Reino de Nájera (vía: https://www.youtube.com/watch?v=qy6pCIgFTlI).
En ella, Carlos Barros menciona que no sabía que se llevaba hasta ese momento 50 años en Nájera celebrando el Reino de Nájera, al que hace un pequeño comentario en tono jocoso y casi ridiculizando: «casi dura más la celebración que el Reino de Nájera», al que añade Pamplona («Reino de Nájera-Pamplona», dice), como quitándole importancia.
En los siglos X y XI la ciudad de Nájera se convirtió por aquel entonces en uno de los centros políticos más importantes de la Reconquista.
Nace el Reino de Nájera por la decisión de Sancho Garcés, rey de Pamplona, cuando en el año 918, después de haber conquistado las fértiles tierras del Ebro, desde Miranda hasta Tudela, las entrega, en Pleno dominio, a su joven hijo García Sánchez, por lo que en un primer momento fue un reino diferente a Pamplona (lo de Pamplona-Nájera vino después, cuando la sede de los reyes pamploneses fue relegada y se instaura junto a la Corte de Nájera con Garcçia Sánchez que reinaba ya en Nájera).
Tuvo 2 etapas, del 918 al 1076, y del 1076 al 1239, por lo que no duró tan poco…
El Reino de Nájera jugo un importante papel en la historia peninsular, sabido es que con Sancho III alcanzó la extensión de sus dominios al tercio superior de la Península, desde el Duero al Cantábrico y del Atlántico al Mediterráneo; en el ámbito de la cultura representaron un papel primordial los Monasterios najerinos, entre otros los de San Millán, Santa María la Real, Valvanera y San Martín de Albelda; interesante en extremo es el papel de la Ruta jacobea en la difusión de la cultura y en las relaciones con los estados de la Europa Occidental y en el último término, del Reino de Nájera nacieron los de Aragón y Castilla, además de ser el precedente institucional de la actual Comunidad Autónoma de La Rioja.
Carlos, usted como buen medievalista debería conocer mejor la historia de la Península Ibérica, y otros reinos y entidades que fueron muy importantes también. Pero ya sabemos que para usted solo existe únicamente Galicia.
Ildefonso Noriega (Doctor en Historia, Doctor en Filosofía y Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas). Italia.
Claro que lo sabía, Ildefonso, siento que te hayas ofendido,
nos reímos todos la verdad, después retiré pos supuesto el chiste del texto preparado para las Actas, lo puedes comprobar en: https://cbarros.com/violencia-pacifismo-los-conflictos-sociales-la-baja-edad-media/
Con todo, es bueno no sacralizar demasiado la historia y menos rivalizar o disputar entre nacionalidades y regiones españolas, ¿no te parece?
Sobre la pluralidad identitaria de la España medieval, ver: https://youtu.be/xcb5lsZDLmA
Gracias finalmente por valorar mi interés por nuestro Reino medieval de Galicia (ss. V-XV).
Seguiremos contando con tus comentarios.
Saludos
No se preocupe, Carlos. Pero me tendrá que explicar a mí y a la comunidad científica eso de «nuestro Reino medieval de Galicia (ss. V-XV».
El término galaico (derivado del latín gallaeci o callaeci y del griego Καλλαϊκοί) designa un conjunto de pueblos (había más de 50 tribus diferentes) que habitaron el noroeste de la Península Ibérica antes y durante el Imperio Romano y cuyas lengua y cultura podrían haber sido celtas o «celtizadas» -sin que exista consenso entre los investigadores ni pruebas aceptadas que lo afirmen o refuten-. El término gallaecus pasó a designar, desde finales del Imperio de Occidente, al conjunto de habitantes de Gallaecia (siendo, de hecho, el origen lingüístico del gentilicio actual «gallego»). Gallaecia fue originalmente el nombre con el que los romanos identificaron al territorio situado en el extremo noroccidental de la península ibérica habitado por galaicos, pero también por astures, comprendiendo zonas como la actual Zamora, León, etc., no sólo la actual Galicia. No debemos mezclar estos términos porque sería un anacronismo.
Con respecto al Reino Sueborum (Reino de los Suevos, no Reino de los Galaicos), por el pueblo germánico que se había asentado en esa zona de la península tiene una particular historia que finaliza en el siglo VI al integrarse como provincia en el Reino Visigodo de Toledo, que para nada tiene que ver con el Reino de Galicia que que nace en el siglo X tras la cuestión sucesoria de Alfonso III, cuando le entrega Galicia al infante Ordoño (pero subordinado al rey de León, que será la cabeza de la Corona).
Es curiosa la fascinación del nacionalismo gallego por localizar este pueblo germánico en algunas de las características indiosincráticas de una pretendida Galicia independiente y ancestral es asombrosa. Por ejemplo, para reivindicar la consideración de la «nación» gallega en el proyecto del nuevo Estatuto de Autonomía para Galicia que elaboró en 2005 el Bloque Nacionalista Gallego, que decía, curiosamente, en el preámbulo: «la llegada de los suevos consolidó el marco político de un Reino de Galicia», algo que no se sostiene de un reino tan lejano y que duró tan poco como el Suevo, que no gallego ni galaico, y más bien fruto de la mitologización a partir del llamado Rexurdimiento de la cultura gallega del siglo XIX, en el que se fraguaron ideas sobre un origen diferente de los gallegos, haciéndo énfasis en los elementos étnicos celtas o suevos que los distinguirían del resto de España, especialmente contraponiendo una supuesta raza pura gallega a una raza mestiza castellana. Es el contraste de entre historia y mito.
Yo en un alarde de empatía, entiendo y comparto que usted se emociones cada vez que suena el himno gallego, faltaría más, y que nos impregne a todos recordando su importancia, pero no huyamos del rigor académico, se lo pido por favor.
Le animo que a publique un libro o haga otra tesis doctoral exponiendo sus planteamientos, para que quede su particular visión manifiesta , si es que así lo desea, y demuestre con pruebas esas cosas que usted dice.
Estamos en ello, puedes consultar en castelllano mi conferencia sobre la formación de Galicia en la Edad Media: https://youtu.be/d8cLsUsRjr0.
Para la comparación con las otras dos nacionalidades históricas, País Vasco (donde se habla del Reino de Navarra) y Cataluña (donde se habla del Reino de Aragón), ¿has escuchado mi lección sobre identidades y reinos hispánicos en el link que te envié en mi anterior mensaje?
Ojo, si no lo haces no puedes criticar, Ildefonso.
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La conferencia de Carlos Barros en la XXIX Semana de Estudios Medievales, «La violencia en la sociedad medieval», organizada por Amigos de la Historia Najerillense (Nájera, La Rioja, 24 de julio de 2018), vimos una pequeña referencia al principio de la intervención con respecto al Reino de Nájera (vía: https://www.youtube.com/watch?v=qy6pCIgFTlI).
En ella, Carlos Barros menciona que no sabía que se llevaba hasta ese momento 50 años en Nájera celebrando el Reino de Nájera, al que hace un pequeño comentario en tono jocoso y casi ridiculizando: «casi dura más la celebración que el Reino de Nájera», al que añade Pamplona («Reino de Nájera-Pamplona», dice), como quitándole importancia.
En los siglos X y XI la ciudad de Nájera se convirtió por aquel entonces en uno de los centros políticos más importantes de la Reconquista.
Nace el Reino de Nájera por la decisión de Sancho Garcés, rey de Pamplona, cuando en el año 918, después de haber conquistado las fértiles tierras del Ebro, desde Miranda hasta Tudela, las entrega, en Pleno dominio, a su joven hijo García Sánchez, por lo que en un primer momento fue un reino diferente a Pamplona (lo de Pamplona-Nájera vino después, cuando la sede de los reyes pamploneses fue relegada y se instaura junto a la Corte de Nájera con Garcçia Sánchez que reinaba ya en Nájera).
Tuvo 2 etapas, del 918 al 1076, y del 1076 al 1239, por lo que no duró tan poco…
El Reino de Nájera jugo un importante papel en la historia peninsular, sabido es que con Sancho III alcanzó la extensión de sus dominios al tercio superior de la Península, desde el Duero al Cantábrico y del Atlántico al Mediterráneo; en el ámbito de la cultura representaron un papel primordial los Monasterios najerinos, entre otros los de San Millán, Santa María la Real, Valvanera y San Martín de Albelda; interesante en extremo es el papel de la Ruta jacobea en la difusión de la cultura y en las relaciones con los estados de la Europa Occidental y en el último término, del Reino de Nájera nacieron los de Aragón y Castilla, además de ser el precedente institucional de la actual Comunidad Autónoma de La Rioja.
Carlos, usted como buen medievalista debería conocer mejor la historia de la Península Ibérica, y otros reinos y entidades que fueron muy importantes también. Pero ya sabemos que para usted solo existe únicamente Galicia.
Ildefonso Noriega (Doctor en Historia, Doctor en Filosofía y Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas). Italia.
Claro que lo sabía, Ildefonso, siento que te hayas ofendido,
nos reímos todos la verdad, después retiré pos supuesto el chiste del texto preparado para las Actas, lo puedes comprobar en:
https://cbarros.com/violencia-pacifismo-los-conflictos-sociales-la-baja-edad-media/
Con todo, es bueno no sacralizar demasiado la historia y menos rivalizar o disputar entre nacionalidades y regiones españolas, ¿no te parece?
Sobre la pluralidad identitaria de la España medieval, ver: https://youtu.be/xcb5lsZDLmA
Gracias finalmente por valorar mi interés por nuestro Reino medieval de Galicia (ss. V-XV).
Seguiremos contando con tus comentarios.
Saludos
Carlos Barros
No se preocupe, Carlos. Pero me tendrá que explicar a mí y a la comunidad científica eso de «nuestro Reino medieval de Galicia (ss. V-XV».
El término galaico (derivado del latín gallaeci o callaeci y del griego Καλλαϊκοί) designa un conjunto de pueblos (había más de 50 tribus diferentes) que habitaron el noroeste de la Península Ibérica antes y durante el Imperio Romano y cuyas lengua y cultura podrían haber sido celtas o «celtizadas» -sin que exista consenso entre los investigadores ni pruebas aceptadas que lo afirmen o refuten-. El término gallaecus pasó a designar, desde finales del Imperio de Occidente, al conjunto de habitantes de Gallaecia (siendo, de hecho, el origen lingüístico del gentilicio actual «gallego»). Gallaecia fue originalmente el nombre con el que los romanos identificaron al territorio situado en el extremo noroccidental de la península ibérica habitado por galaicos, pero también por astures, comprendiendo zonas como la actual Zamora, León, etc., no sólo la actual Galicia. No debemos mezclar estos términos porque sería un anacronismo.
Con respecto al Reino Sueborum (Reino de los Suevos, no Reino de los Galaicos), por el pueblo germánico que se había asentado en esa zona de la península tiene una particular historia que finaliza en el siglo VI al integrarse como provincia en el Reino Visigodo de Toledo, que para nada tiene que ver con el Reino de Galicia que que nace en el siglo X tras la cuestión sucesoria de Alfonso III, cuando le entrega Galicia al infante Ordoño (pero subordinado al rey de León, que será la cabeza de la Corona).
Es curiosa la fascinación del nacionalismo gallego por localizar este pueblo germánico en algunas de las características indiosincráticas de una pretendida Galicia independiente y ancestral es asombrosa. Por ejemplo, para reivindicar la consideración de la «nación» gallega en el proyecto del nuevo Estatuto de Autonomía para Galicia que elaboró en 2005 el Bloque Nacionalista Gallego, que decía, curiosamente, en el preámbulo: «la llegada de los suevos consolidó el marco político de un Reino de Galicia», algo que no se sostiene de un reino tan lejano y que duró tan poco como el Suevo, que no gallego ni galaico, y más bien fruto de la mitologización a partir del llamado Rexurdimiento de la cultura gallega del siglo XIX, en el que se fraguaron ideas sobre un origen diferente de los gallegos, haciéndo énfasis en los elementos étnicos celtas o suevos que los distinguirían del resto de España, especialmente contraponiendo una supuesta raza pura gallega a una raza mestiza castellana. Es el contraste de entre historia y mito.
Yo en un alarde de empatía, entiendo y comparto que usted se emociones cada vez que suena el himno gallego, faltaría más, y que nos impregne a todos recordando su importancia, pero no huyamos del rigor académico, se lo pido por favor.
Le animo que a publique un libro o haga otra tesis doctoral exponiendo sus planteamientos, para que quede su particular visión manifiesta , si es que así lo desea, y demuestre con pruebas esas cosas que usted dice.
Un cordial saludo.
Ildefonso
Estamos en ello, puedes consultar en castelllano mi conferencia sobre la formación de Galicia en la Edad Media:
https://youtu.be/d8cLsUsRjr0.
Para la comparación con las otras dos nacionalidades históricas, País Vasco (donde se habla del Reino de Navarra) y Cataluña (donde se habla del Reino de Aragón), ¿has escuchado mi lección sobre identidades y reinos hispánicos en el link que te envié en mi anterior mensaje?
Ojo, si no lo haces no puedes criticar, Ildefonso.
Carlos Barros
Escuharé ambos vídeos gustosamente, en cuanto pueda, y una vez que haya tomado notas le contestaré con mis impresiones.
Un saludo